Reniego del espectáculo. Aquí y ahora confieso: soy
una farsa, una rata de cloaca… ¡Maldita sea! ¡Odio la ciudad y lo que
representa! ¡Es que nadie lo ve! La incontinencia y el malestar general están
acabando con todo. Han convertido la realidad en una masa gris, en un estado de
lujuria temporal, en una carcajada vacía, en un chiste escatológico. Por mucho
que escarbes, la consiga principal no revela demasiadas claves, tan solo deja
al descubierto ciertos defectos en la estructura principal del decorado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario